Mandela, el águila pescadora marcada este año con dispositivo satelital, prosigue su viaje y arriba a África

Tras cruzar la meseta castellana, Mandela duerme la noche del 6 de setiembre en un poste de un tendido eléctrico a unos 2 km de la ciudad de Cáceres.

Al día siguiente cruza toda Extremadura y alcanza Andalucía por Huelva para pernoctar cerca de San Juan del Puerto, esta vez también en una torreta de electricidad.

Las águilas pescadoras utilizan a menudo para posarse las torretas de los tendidos eléctricos ya que son perchas que destacan en los paisajes con falta de arbolado. Desgraciadamente éste es un comportamiento de alto riesgo, dado que muchas de estas torretas no están diseñadas para evitar la electrocución de las aves. De hecho, al menos dos de los ejemplares liberados en Urdaibai en el contexto del proyecto de recuperación del águila pescadora han muerto por electrocución, uno en Durango (Bizkaia) y otro en Iregua (La Rioja).

Afortunadamente Mandela prosigue sin incidentes su viaje alcanzando la costa a la altura de Mazagón para dirigirse hacia Tarifa tras sobrevolar la ciudad de Cádiz. En Tarifa riza el rizo del riesgo ya que duerme el día 8 en una torreta de electricidad situada en mitad de un campo de aerogeneradores, otra importante fuente de peligro para las aves.

A las 7:00 del día siguiente Mandela se encuentra volando sobre el Golfo de Cádiz a una altura de 60 m. Penetra en el continente africano por la zona de Tánger y realiza una parada junto al río Mharhar, donde descansa para sobreponerse al esfuerzo de cruzar el Estrecho. Enseguida prosigue su viaje y, tras recorrer unos 400km,al caer la tarde decide parar para dormir en un olivar al norte de Marrakech.